Seguro que te suena la frase que encabeza esta entrada: «No soy fotogénico. No me gusta hacerme fotos«. Lo cierto es que yo la vengo escuchando desde que empecé en la fotografía. Desde siempre me ha gustado fotografiar a la gente que tengo a mi alrededor, así es como creo que hemos empezado todos. Primero a la familia y amigos, luego a los amigos de estos y luego a completos desconocidos.
Y siempre una gran mayoría decía la misma frase. Hoy quiero compartir contigo algunos consejos para que rompas esa barrera entre la vergüenza y el ridículo y obtengas los mejores resultados cuando te enfrentes a tu primera sesión de retrato corporativo o marca personal.
Es posible que necesites renovar tus fotos, crear contenido visual para tu nueva página web o simplemente quieras tener un bonito recuerdo y de repente… te asalten dudas o la típica frase recorra tu mente: ¡No soy fotogénico!
Pues ¡Vamos con esos tips!
Tú sí eres fotogénico. Ya lo creo que sí
La cámara no muerde
Así es, ni la cámara ni el fotógrafo muerden. Es posible que te asalten dudas antes de siquiera llamar por teléfono para concertar una cita con un fotógrafo. Y al final llamas y entre esa pequeña conversación exclamas «A mí no me gusta mucho hacerme fotos. No soy fotogénica».
Como fotógrafo estoy acostumbrado a lidiar con esa situación. Olvídate de la cámara, los flashes, el reflector, el estudio o el propio entorno. Nadie está juzgando tus dotes delante de la cámara, así que relájate y sé como tú realmente eres.
Si lees algunos de los testimonios de mi página web, alguno de los fotografiados también decía lo mismo y tras 5 minutos de sesión, empezaban a fluir, relajarse y acostumbrarse a la cámara. Al fin y al cabo, todos en la medida de lo posible estamos acostumbrados a aparecer en fotos. ¿No es así?
Tú eres especial
Lo eres, aunque no lo creas. Cada uno de nosotros somos únicos. Más altos, más bajos, con más o menos kilos. Pero al fin y al cabo somos especiales.
Vale, lo reconozco ¡A mí también me gustaría verme con unos kilos menos! Pero contra eso tengo algunos trucos a la hora de hacer las fotos: la postura y la iluminación son fundamentales en estos casos.
¿Podemos disimular las arrugas? ¿Me puedes quitar el grano que me ha salido en la frente? ¿Puedes ponerme un poco de pelo o quitarme algo de papada?
Como ves, a lo largo de los años, me he encontrado con multitud de peticiones. La gran mayoría son posibles y realizables, pero… todo tiene un pequeño «pero». Hay manipulaciones que salvo que sean muy sutiles, pueden desvirtuar mucho tu imagen. Dependerá de ti establecer el límite y el tipo de uso que harás de las imágenes. Y por supuesto, mi tarea es aconsejarte y guiarte para conseguir los mejores resultados.
No sé qué ponerme ni cómo ponerme
¡Nadie dijo que tuvieras que posar o vestir como un modelo! Cada vez que recibo una llamada para contratar mis servicios de fotografía corporativa son muchos los que antes de empezar se agobian con los preparativos.
No soy ningún experto en estilismos pero sí puedo aconsejarte y darte algunas pinceladas que te inspiren y te ayuden a decidirte cómo vestir en una sesión de fotografía de marca personal. Dependerá mucho del tipo de mensaje que quieras transmitir con las fotografías, de tu puesto de trabajo o tu personalidad.
Dispongo de una buena batería de imágenes para que puedas inspirarte acerca del vestuario antes de la sesión y si todavía sigues con dudas, trataré de aconsejarte lo mejor posible el día de la sesión.
Lo mismo ocurre con el cómo ponerte, qué hacer con las manos o hacia dónde dirigir la mirada. ¡No te preocupes! Son dudas que siempre nos asaltan en medio de la sesión. Tan sólo tienes que ser tú mismo, relajarte y dejarte aconsejar. Me encargaré de ayudarte y hacer que tus imágenes conecten con el espectador. A veces algo de atrezzo (un lápiz, una libreta, un ordenador…), realizar una pequeña acción o poner algo de música, harán que des lo mejor de ti.
Cuéntame, hablemos antes de nada
Parece el título de una serie, pero no es así. Antes de enfrentarme a cualquier proyecto, y más si se trata de algo tan importante como la imagen personal, necesito conocerte a ti y tu proyecto. Siempre que el tiempo lo permite, una pequeña reunión previa o una llamada de Zoom para mi son tan importantes como el trabajo que vayamos a realizar después.
Acostumbro a escuchar y ver cuáles son tus referentes, qué otros profesionales como tú te inspiran e identificar qué necesidades requiere tu sesión fotográfica. De esta forma, el día de la sesión, todo irá mucho más rodado. ¿No crees?
Nada como 30-60 minutos para hacer desaparecer ideas negativas preconcebidas, eliminar los «No soy fotogénico» y cambiar el «No me gusta hacerme fotos» por «No ha sido tan difícil hacerme fotos contigo».
Ahora que ya sabes un poco más cómo son mis sesiones de fotografía corporativa, ¿empezamos a trabajar en tu proyecto fotográfico?