Tras desayunar, dejamos Merzouga… Un día largo y poco provechoso fotográficamente hablando. Despedimos Merzouga con la duda de ir a Imchil o ir dirección Zagora. Finalmente y creemos de forma acertada, elegimos la segunda opción. Por delante, muchos kilómetros y pocas paradas, únicamente las estrictas y necesarias para fotografiar.
A lo lejos una tormenta de arena se nos acerca. No lo dudamos e intentamos captarla. El aire quema, la arena golpea con fuerza y viene acompañada de gotas de agua. Toca retirada, menos mal que es algo pasajero. Tras varias (quizá demasiadas) horas de viaje, llegamos a Zagora y tratamos de buscar un lugar para dormir. Cada vez somos menos exigentes y casi cualquier cosa nos contenta
Dejamos las mochilas en el camping y damos una vuelta por Zagora. De nuevo somos asaltados por los caza turistas, algo a lo que a estas alturas del viaje ya estamos acostumbrados. Conversar con los lugareños es algo instructivo y una forma de huir del turistiqueo. Una foto en la popular señal de «Tombuctú 52 Jours«, cena en la calle y una pequeña salida nocturna hacen el resto. Estamos algo cansados, tanto kilómetro hoy están minando nuestras fuerzas. Regresamos al camping, mañana será otro día.
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