13 de marzo de 2012
Una temperatura buenísima me recibe al salir de la residencia de mi hermana. La primavera empieza a hacer acto de presencia y los bloques de hielo más pequeño comienzan a derretirse. Los alrededores de la residencia de estudiantes son mucho más tranquilos que el acelerado centro de Riga.
Hoy salí sin abrigo y el Sol calentaba un poco más mi cara. Me gusta la zona y el ambiente que se respira: casas mucho más humildes, cafeterías con solera, cementerios a pie de acera, grandes parques con lagos y estanques casi congelados, extensas arboledas y familias con sus niños paseando. Pese al frío, las familias salen a pasear con sus niños embutidos en calentitos monos casi de astronáutas.
Por la tarde, tras comer con mi hermana, visitamos a su amigo médico Ram. Él es nepalí y médico residente en Riga. Una persona tranquila, educada y muy hospitalaria. Tras un breve café con él, estuvimos viendo cómo la gente pesca en los lagos congelados. Resulta increíble poder caminar sobre el hielo aunque tenía mis dudas de si aguantaría mi peso.
La tarde se presenta relajada, el tiempo no acompaña demasiado y decidimos aprovechar y quedar de nuevo con Zenta y Carolina, letona y rusa respectivamente. Un día un tanto extraño, menos productivo fotograficamente hablando pero interesante n lo cultural y personal.