12 de marzo de 2012
Buenísima temperatura. «Casi primaveral»! Café y tostadas.
Hoy nos vamos a Liepaja, al oeste de Letonia que pese a estar a escasos 200Km de Riga, la carretera está plagada de radares y la conducción como ya dije es demasiado agresiva para nosotros. La primavera empieza a dejarse ver por esta zona. Apenas hay nieve y el color blanco deja paso primero al marrón del barro y luego al verde de los pastos y llanuras.
Un paisaje plagado de lagos, bosques y riachuelos que te invitan a detener el coche casi en cualquier curva para realizar fotografías. No hay demasiado tiempo!
Tras 3 horas y algo de viaje, entramos en Liepaja. Su visita es casi obligatoria y muy interesante. Suena Rock y se respira muy buen ambiente! Una visita a la oficina de turismo y hora de comer mientras esperamos a Charles, un amigo venezolano al que conoció mi hermana de trabajo en Riga.
La temperatura es estupenda, brilla el sol y por primera vez aquí, tengo hasta calor. La gente pasea por el mercado, por los parques y la playa… la verdad es que apetece. La ciudad es bonita y atractiva fotográficamente pero algunas para algunas zonas se hace imprescindible el uso del coche.
Visitamos la ruta de los músicos, el barrio de los pescadores y los bunkers defensivos utilizados en la Primera Guerra Mundial por el ejército Soviético. La Hoz y el Martillo aparecen pintados en numerosos espacios. Tu tamaño impresiona y nos da una idea de su poder de defensa. Éstos se pueden visitar pero existen galerías a las que es casi imposible acceder además de su peligrosidad. Si visitáis Liepaja en coche, debéis verlos.
La luz comienza a caer y nos quedan más de 3 horas de viaje de vuelta. El color de la luz sobre el barrio de pescadores es precioso e invita a quedarse indefinidamente pero la sensatez hace que decidamos regresar a una hora prundencial a Riga. El coche de alquiler nos ha hecho de nuevo algún extraño y no sería de buen gusto quedarnos tirados a altas horas de la noche.
Satheesh y Yarlini nos ha preparado comida india para cenar. Está riquísima y es muy reconfortante. Noche entre risas, charlas en inglés y vodka. Dura vida la de estos estudiantes.